Si no fuera por todas las tormentas habría jurado que no
habría nada capaz de hacerte llorar. Y de pronto se llenaron mares de tristezas
y ya no querías venir a bailar sobre las olas. No se Margotte si esta noche
será la noche en que por fin vea tu nariz afilada salir de la copa de Martini tras
la barra. Tampoco quiero intimidarte con un tango de insinuaciones, pero sí que
espero que el rock&roll te devuelva la sonrisa que me haga preguntarte si
quieres perderte por Letras para después despedirnos en un beso fugitivo, con
el filo de los labios, casi un beso en el aire, pero rozas mi labio y ya me
tienes allí, detrás de tu falda, para siempre.
Un secreto vale lo que aquello de quienes tenemos que guardarlo
martes, 4 de marzo de 2014
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