Y otra vez esa
silueta perdida entre la luna y el sol, como un sueño atrapado un pedacito de Nueva York. Estás agobiada, como si el viento te despeinara
y el frío te hiciera cosquillas entre las costillas. Y quieres lograr más allá
de la frontera que han establecido y romper con el camino. Bea sabe cuál es la
historia y quiere arreglar un poco los matices,
donde está el otoño instalar
primaveras sin alergias,
donde está él instalar una cama y un te quiero,
donde están
los no poner un vals.
Y ese avión de papel despega del banco blanco y vuela,
son mejores aun que los de verdad.
- ¿Alguna vez has
pensado en coger uno de esos barcos y marcharte a donde sea?
- Depende.