Un secreto vale lo que aquello de quienes tenemos que guardarlo

domingo, 26 de febrero de 2012

Domingo astromántico



Se abrocha la chaqueta, su piel está fría y no para de sonreír. Párate ahora mundo, párate ahora y abandónanos en esta playa, con este frío para justificar los abrazos, con los labios cuarteados para justificar los besos, o llévate contigo también las justificaciones. Las gotas de agua que se unen es su espalda, la toalla esperando su momento entre barreras de arena que vuelan con el viento, la libertad girando en la dilatación de su oreja, los sueños flotando en el ron, la luna amenazando desde el horizonte, ¿veremos la estrella polar esta noche? Ahora mismo le diría en 60 palabras las razones por las que le quiero, como en aquella película española, pero cambiándole el final, porque no importa la muerte, ni el tiempo, importa solo que es domingo y tengo ganas de parar el mundo y parar el mundo por alguien es complicado, se necesitan un par de razones y sus manos me las están dando. 



sábado, 25 de febrero de 2012

El equilibrio es imposible cuando vienes y me hablas de nosotros dos









Y todo empezó en ese bar de neones gastados, neones verdes que le daban a todo un aire entre barato y con tendencia al sexo caro. Se oía de fondo “for your precios love”, era mi cuarto cigarro y mi segundo whiskie, la luz entraba por el cristal y creaba dibujos en la barra de madera, la butaca chirriaba y Toni, el camarero de todas las noches, me analizaba con la mirada.

- ¿Otra vez?
- Toni, la vida a veces es así porque sí, otra vez, sí, pero esta vez ha sido en sueños.
- Dicen que los borrachos no sueñan.
- Pues emborráchame esta noche.
- Será un placer, Daniel… un placer.

Me rellenó el vaso de nuevo. Paris sonaba triste esa noche, como si de pronto el amor y la literatura que me habían llevado a allí se hubieran parado. Lo raro fue que no lloviera, ¿Por qué no llovió verdad? La lluvia te la guardaste tú en tus lágrimas. No desesperes, ya apareces en la historia.

- El tema me deprime.
- Es lunes, hoy toca música tranquila.
- Puede que la tranquilidad sea el problema.
- Cuénteme una historia, Daniel.
- Elija al personaje.
- Esa chica de allí, la del traje rojo y la sonrisa de mentira.

viernes, 10 de febrero de 2012

Buscando medusas en la bañera








Yo no sé qué canción sonará cuando te vuelva a encontrar. 
En el barrio Jerte dejó junto a mi por Navidad. 
Tenías una cita a las dos y lluvia en las pestañas. Un poema raro de amor, en tu suéter de Zara.
Bésame, llévame, mátame.
 No me decías nada más. 
Y en el baho del asiento de atrás nos despertamos sin hablar. 
La nieve empezaba a caer cubriendo el parabrisas y mientras te pensaba besar, te fuiste tan deprisa.
He pensado tanto en ti, sin saber muy bien por qué. Falta un día por tenernos.
Tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo.
Y ahora sé qué canción sonará cuando te vuelva a encontrar. 
Tenías una marca en la piel y la borrascada. 
Qué suerte volverte a ver con lluvia en las pestañas.

domingo, 5 de febrero de 2012

Anger, Jealousy, Bitterness, Tiredness, Hope, Lust, Love




Como se puede hacer comprender a aquel que de tanto callar se muerde la lengua y se hace heridas en los labios, se las curaría con besos, de verdad que se las curaría con besos. Me siento delante y le agarro la mano fría como el hielo y le pregunto qué como haría él sin mí, con quién se sentaría en la playa a ver a las gaviotas mientras el viento nos revuelve los principios, dime Héctor a quién le dirías tantas veces que no le amas, cuantas lágrimas han de brotar.  Los borrachos siempre dicen la verdad o si no se la inventan y él, sentado allí con las manos tan frías como el corazón, me mira y me dice que me quiere. No sé quién sabe lo que es el dolor, lo que es el veneno entre el corazón y la garganta, un desgarro de piel, de fuerzas que se escapan por las lágrimas, de lágrimas que se van porque ya no lo soportan más. Me falta ya solo quitarle a ella el velo mientras me acuesto después en su cama y le cubro con los besos más bonitos.

- El día que muera la poesía o simplemente desee escaparse te juro que me iré con ella y será la única que me robe las lágrimas, te juro que hoy aquí, entre tus sabanas de mentiras y vergüenza escondida en los cajones de la ropa interior, hoy, ya no puedo permitir que te pierdas entre insinuaciones. Ya no quiero tus rosas ni mucho menos quiero tus escalofríos. El día que muera la poesía me iré en busca de su heredero y no quiero que ese día me agarres la mano suplicando.


-La poesía no morirá nunca mientras nosotros vivamos. Poesía somos nosotros porque rompemos los planes y nos descoordinamos los pensamientos. Escribir no es un pasatiempo, un deporte, es una servidumbre que hace de sus víctimas unos esclavos (Vargas Llosa) y te podrás marchar donde quieras, te atare con las palabras Bea no con las manos


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