No quiero mentir, se nos quitan a veces las ganas, le echo de menos, la versión oficial es que no le quiero, que al fin y al cabo el final de algo es solo el principio, pero que se puede hacer cuando el corazón no entiende a la razón, que se puede hacer cuando las nubes no se abren, el sol no sale y la lluvia es protagonista por unos segundos de una vida, si le quiero, claro que le quiero pero de una manera diferente. En momentos así en los que el frío congela los huesos, en los que el tomento no es más que el comienzo quiero pensar que puede que él también me eche de menos, puestos a soñar todo vale, pero se que no es así, porque nuestros corazones latían en diferente frecuencia y en eso no puedo culpar a nadie, solo al destino que hizo que se uniera lo que no tenía que a ver estado unido jamás. No tenemos tiempo para ir de victimas y quien lo busca lo encuentra, el daño se lo hace cada uno a si mismo, las lágrimas son algo involuntario pero que se pueden controlar. La mayor razón para levantarse cada mañana es que la Tierra nunca para de girar.
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