Un secreto vale lo que aquello de quienes tenemos que guardarlo

martes, 20 de diciembre de 2011

Reflexión de dos horas sobre la vida en general y sobre ti en particular (parte III)










Ya es casi navidad y veo las luces encenderse en las calles y no quiero pensar en ti pero lo hago, porque sé que no te gusta regalar y no espero que vuelvas a casa por navidad. Sigo sin saber nada de ti y el invierno como se me ha caído un poco encima.
El tono triste de esta carta es porque es una despedida porque estoy harta de perder dos horas de mi vida reflexionando sobre ti, porque como que la vida en general ha perdido sentido. Si que veo tu pelo resbalar por tu frente y tu sonrisa en cada esquina de este apartamento, si te pudiera borrar lo haría, pero no puedo y yo creo que sí que vuelvo a casa por navidad, te dejo el alquiler a ti, no lo voy a pagar más, ya no tiene sentido mantenerte vivo cuando has decidido abandonar.
Siempre has sido asi de inseguro y esta parece ser la definitiva, ahora me toca tomar la decisión a mí, sacar mi orgullo a hacer el tonto por los bares, a jugar al billar enseñando escote y a beberme los Martini sin aceitunas con el meñique apuntando a los neones gastados. Voy a celebrar mi vuelta al mundo, girls just wanna have fun, o algo así me han enseñado.
No soy nada fuerte y eso tú lo sabes y he mentido, si que he sabido de ti, esos últimos mensajes de buenas noches que me has dejado me han sabido a vacio y ya no se me corre el rímel cada vez que me imagino muriendo en hawaii sin ti.
Me he vuelto loca al pensar con quien estarás ahora, quien aguantara tu mala educación y tu manía de apropiarte de las camas y los espejos, tu caricias y tu obsesión por las tetas. No sé quién soportará ahora que antepongas el mundo a ella o que juguetees a ser el más duro. Quien se molestará esta vez en conocer cuál es tu helado favorito ya no es mi pesadilla por las noches. Pero eso no significa que hayas dejado de importarme, ni que todas esas cosas me hayan dejado de gustar sino que simplemente me he cansado y es hora de que huya un poco de ti y deje de buscarte. Puede que este sea mi juego del escondite y si que me da miedo que ni tan siquiera te molestes en buscarme.
Yo no se que hacer ya, si no es por mi ¿Por qué es? ¿por ellas? Yo soy yo, porque si, por eso me quieres y no habrá otras como yo, las habrá mejores y peores, pero no me busque es otros labios porque mis locuras son mías y yo me quedo con ellas.
Te cansaste de cuidarme y lo entiendo, ahora yo me canso de jugar contigo y entiéndeme, son muchos años ya. Lo siento de verdad, por no poder ser una buena amiga ahora, pero es que nunca fui tu amiga, fui eso abstracto con el sabor dulce de los imposibles, fui la que te devolvía las ganas en besos, la que esperaba a que simplemente le dijeras ven para dejarlo todo.
No me creo que esté haciendo esto, te dejo las llaves debajo del felpudo, se que vas a volver pero no por navidad, que vendrás antes o después, no me concretaste el día, pero yo no estaré aquí, me voy a donde siempre y después a donde me depare el mundo.
Te querré siempre y cuando no me enseñen a olvidarte.


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