Un secreto vale lo que aquello de quienes tenemos que guardarlo

sábado, 11 de diciembre de 2010

Los que quisimos trato ahora pisamos charcos




Puede que la melodía de una canción invite a no volver nunca del ensoñamiento, que curioso sería respirar y no hacerlo, soñar y que no sea un sueño, que bonito sería mirarte y que te veas en mi reflejado. Canción que evoca canción que merece palabras. Canción que antes significo y que ahora es recuerdo, que no dice nada, que lo dijo todo, que no suena ahora pero que sonará siempre. Curioso, todo muy curioso y solo lo veo yo, porque de dos quedó uno vivo y ese vivo nunca muere.
“Pero déjalo ir”
“Ya se ha ido”
“No mientas, le odias, te hace sentir mal, me hablas de él”
“Es mi tema de conversación favorito”
“Entonces no se ha ido”
“¿Acaso a tú no hablas de lo que te pasó ayer?”
“Sí”
“¿Acaso hoy es ayer?”
“No”
“Pues déjalo ir”
“No es lo mismo”
“Es lo mismo, no podemos evitar hablar de aquello que nos marca, este o no este, yo no digo que no le deje ir, se fue solo, solo que de vez en cuando su nombre aparece y por la necesidad de dejarlo ir lo pronuncio en voz alta y lo machaco, lo odio un poco y así poco a poco se acabará desgastando. Tú mañana no recordarás tal vez como tienes esa cicatriz en la rodilla, yo mañana no recordaré porque durante un tiempo tuve que reconstruirme”
“Vale, tú ganas”
“Me merezco ganar”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales