Un secreto vale lo que aquello de quienes tenemos que guardarlo

viernes, 7 de octubre de 2011

It is a wild world, es hora de reinventarse en positivo


Hoy me propusieron que hiciera un trabajo y era describirme a mi misma en una página en blanco. Comenzaron entonces las clásicas dudas de si a lo mejor no cabía todo en una sola página, eso lo dijeron los que creen conocerse mucho, y otros, los que fingen no conocerse nada empezaron a hacer bromas a ver si así conseguían seguir mintiéndose un poco más a ellos mismo. A mí no se me ocurrió ni una sola palabra, me vi frente al papel, con el boli big azul en la mano presionándome y la hoja mirándome con sus miles de cuadros blancos, esperándome. No puedo definirme ahora, no puedo, me he perdido entre Madrid y Boston un poco, estoy como reinventándome y cuesta, da dolor de cabeza. Las presiones, el “tú antes no eras así” claro que no, claro que no, por supuesto que no, yo no era así antes porque antes no me habían jodido tanto, porque antes yo podía mirar mis sueños e imaginarme en ellos y ahora no tengo sueños en los que imaginarme porque no tengo dinero y los sueños son muy caros, cuesta empezar a conformarse. Bueno pues cojo el boli que me pesa en la mano, la mano que me tiembla y escribo “a mi me suelen describir como una persona madura y que tiene las cosas claras” así se me describe por una parte de Madrid, por la mari tere, teresuchi. Por otro lado pienso en Andrea y en cómo me describiría ella por su parte de Madrid y recuerdo las veces que me ha llamado linda en la última semana y lo escribiría en el papel pero me da vergüenza por si lo leen en el alto. Mi niñita de Boston ya se yo como me describiría “cabezota y caprichosa” y si que puse lo primero y no lo último ya que no lo pienso así. ¿Qué hago?¿Describir mi yo pasado o el qué se está formando? Echar de menos es complicado y aun más si no solo se echa en falta una risa si no tres, y cuando empiezas a olvidar como suenan o como te hacían sentir es cuando algo se resquebraja un poco y piensas que ya es hora de marcharte a ver un poco de mundo y dar un paseo por la gran vía o fumarse un cigarro en el muelle del campus. Y ojala pudiera contárselo mientras ellas se toman un café y yo una coca-cola, porque el café no me gusta. Ahora solo sé que tengo hambre, sueño y ganas de ellas.

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