



Le it be, le it be… como vida, le tit be… Mar odiaba el humo porque no la dejaba respirar libremente que era como a ella le gustaba respirar. Mar odiaba el humo, hasta hoy, hasta que lo vió volar en el aire y comprendió que no era cuestión de respirar libremente si no de ver la libertad fluir hacia el infinito. Siluetas de color blanco recreándose, subiendo y bajando, volando. Mar quiso volar pero diferentes leyes se lo prohibieron y desde entonces se consurela con notar la presión en los oídos en el despegue de los aviones. Por eso ahora ya no odia el humo, porque el humo vuela y ella no.
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