Un secreto vale lo que aquello de quienes tenemos que guardarlo

sábado, 12 de mayo de 2012

Olas de calor en primavera



Vendita la casualidad que hiso que no me gustaran los coches y siguiera cogiendo la guagua, vendita coincidencia que nos quiso situar en el momento correcto en el sitio adecuado para que tu formularas aquella pregunta y nos embarcáramos en esta aventura de orgasmos al límite de nuestras fuerzas. Que no calle el grito que nos vio crecer a fuerza de encontronazos y de saludos tímidos con la cabeza, que tu mirada valiente siga inspeccionándome pero ahora sin ropa. Que las peleas sean de almohadas, que las lágrimas sean de felicidad y los insultos de cariño, que esta sea la historia por la cual pagaríamos para ver en el cine y  para poder reírnos del final feliz, mientras nos hacemos cosquillas y nos tiramos roscas que a la noche caerán de mi sujetador cuando lo desabroches. Ojala se alarguen las noches y que tiremos las sabanas por la ventana para no taparnos. Voy a matarte a besos para después revivirte a fuerza de provocaciones positivas, porque tu lo haces vivir.

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