Un secreto vale lo que aquello de quienes tenemos que guardarlo

domingo, 26 de febrero de 2012

Domingo astromántico



Se abrocha la chaqueta, su piel está fría y no para de sonreír. Párate ahora mundo, párate ahora y abandónanos en esta playa, con este frío para justificar los abrazos, con los labios cuarteados para justificar los besos, o llévate contigo también las justificaciones. Las gotas de agua que se unen es su espalda, la toalla esperando su momento entre barreras de arena que vuelan con el viento, la libertad girando en la dilatación de su oreja, los sueños flotando en el ron, la luna amenazando desde el horizonte, ¿veremos la estrella polar esta noche? Ahora mismo le diría en 60 palabras las razones por las que le quiero, como en aquella película española, pero cambiándole el final, porque no importa la muerte, ni el tiempo, importa solo que es domingo y tengo ganas de parar el mundo y parar el mundo por alguien es complicado, se necesitan un par de razones y sus manos me las están dando. 



sábado, 25 de febrero de 2012

El equilibrio es imposible cuando vienes y me hablas de nosotros dos









Y todo empezó en ese bar de neones gastados, neones verdes que le daban a todo un aire entre barato y con tendencia al sexo caro. Se oía de fondo “for your precios love”, era mi cuarto cigarro y mi segundo whiskie, la luz entraba por el cristal y creaba dibujos en la barra de madera, la butaca chirriaba y Toni, el camarero de todas las noches, me analizaba con la mirada.

- ¿Otra vez?
- Toni, la vida a veces es así porque sí, otra vez, sí, pero esta vez ha sido en sueños.
- Dicen que los borrachos no sueñan.
- Pues emborráchame esta noche.
- Será un placer, Daniel… un placer.

Me rellenó el vaso de nuevo. Paris sonaba triste esa noche, como si de pronto el amor y la literatura que me habían llevado a allí se hubieran parado. Lo raro fue que no lloviera, ¿Por qué no llovió verdad? La lluvia te la guardaste tú en tus lágrimas. No desesperes, ya apareces en la historia.

- El tema me deprime.
- Es lunes, hoy toca música tranquila.
- Puede que la tranquilidad sea el problema.
- Cuénteme una historia, Daniel.
- Elija al personaje.
- Esa chica de allí, la del traje rojo y la sonrisa de mentira.

viernes, 10 de febrero de 2012

Buscando medusas en la bañera








Yo no sé qué canción sonará cuando te vuelva a encontrar. 
En el barrio Jerte dejó junto a mi por Navidad. 
Tenías una cita a las dos y lluvia en las pestañas. Un poema raro de amor, en tu suéter de Zara.
Bésame, llévame, mátame.
 No me decías nada más. 
Y en el baho del asiento de atrás nos despertamos sin hablar. 
La nieve empezaba a caer cubriendo el parabrisas y mientras te pensaba besar, te fuiste tan deprisa.
He pensado tanto en ti, sin saber muy bien por qué. Falta un día por tenernos.
Tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo, tú y yo.
Y ahora sé qué canción sonará cuando te vuelva a encontrar. 
Tenías una marca en la piel y la borrascada. 
Qué suerte volverte a ver con lluvia en las pestañas.

domingo, 5 de febrero de 2012

Anger, Jealousy, Bitterness, Tiredness, Hope, Lust, Love




Como se puede hacer comprender a aquel que de tanto callar se muerde la lengua y se hace heridas en los labios, se las curaría con besos, de verdad que se las curaría con besos. Me siento delante y le agarro la mano fría como el hielo y le pregunto qué como haría él sin mí, con quién se sentaría en la playa a ver a las gaviotas mientras el viento nos revuelve los principios, dime Héctor a quién le dirías tantas veces que no le amas, cuantas lágrimas han de brotar.  Los borrachos siempre dicen la verdad o si no se la inventan y él, sentado allí con las manos tan frías como el corazón, me mira y me dice que me quiere. No sé quién sabe lo que es el dolor, lo que es el veneno entre el corazón y la garganta, un desgarro de piel, de fuerzas que se escapan por las lágrimas, de lágrimas que se van porque ya no lo soportan más. Me falta ya solo quitarle a ella el velo mientras me acuesto después en su cama y le cubro con los besos más bonitos.

- El día que muera la poesía o simplemente desee escaparse te juro que me iré con ella y será la única que me robe las lágrimas, te juro que hoy aquí, entre tus sabanas de mentiras y vergüenza escondida en los cajones de la ropa interior, hoy, ya no puedo permitir que te pierdas entre insinuaciones. Ya no quiero tus rosas ni mucho menos quiero tus escalofríos. El día que muera la poesía me iré en busca de su heredero y no quiero que ese día me agarres la mano suplicando.


-La poesía no morirá nunca mientras nosotros vivamos. Poesía somos nosotros porque rompemos los planes y nos descoordinamos los pensamientos. Escribir no es un pasatiempo, un deporte, es una servidumbre que hace de sus víctimas unos esclavos (Vargas Llosa) y te podrás marchar donde quieras, te atare con las palabras Bea no con las manos


martes, 31 de enero de 2012

Walk by the man who sings a song to the street lights



 Y otra vez esa silueta perdida entre la luna y el sol, como un sueño atrapado  un pedacito de Nueva York.  Estás agobiada, como si el viento te despeinara y el frío te hiciera cosquillas entre las costillas. Y quieres lograr más allá de la frontera que han establecido y romper con el camino. Bea sabe cuál es la historia y quiere arreglar un poco los matices,

 donde está el otoño instalar primaveras sin alergias,
 donde está él instalar una cama y un te quiero, 
donde están los no poner un vals. 

Y ese avión de papel despega del banco blanco y vuela, son mejores aun que los de verdad.
- ¿Alguna vez has pensado en coger uno de esos barcos y marcharte a donde sea?
- Depende.


jueves, 26 de enero de 2012

No strings attached


Dijsite que no querías flores, dijsite tantas cosas durante ese mes que ya no sabía a donde agarrarme para hacerte feliz o puede que entonces ni tan siquiera tuvieras ganas de serlo. No se peude sentir miedo del amor cuando no sabes valorarlo, no puedes sentir miedo del amor cuando se lo has cogido por alguien que  nunca te lo dio.
 Me produces contracciones ventriculares prematuras. 

martes, 24 de enero de 2012

Oslo, 12 de enero, "el comienzo" Se agradece que el cafe este caliente y que el mechero siga funcionando






Fui en busca de la otra cara del mundo, de la electricidad del frío, de calambres a menos treinta grados, de helados blancos en la barandilla del balcón, de noches largas y tequilas calientes, suponiendoque tal vez el frío me despejara las ideas y me congelara algun que otro miedo. No tenía gran cosa tampoco, solo un lema que casi podría haberme tatuado en la frente "dejarse llevar suena demasiado bien" y unas ganas locas, que de lo locas que estaban no se dejaron asustar. Actuar es una actitud y cuando vi la isla chiquitita alumbrando el atlántico desde esas alturas me quede dormida. 

martes, 10 de enero de 2012

Cuando a ti también te gusta la poesía




Cuando le conocí fueron todo mariposas azules en el estómago (como aquella película de heroes), una tarde en bici, una canción de los beatles, es un éxtasis continuado, él es para mi como un cigarro a una cerveza o como un clásico a un día de lluvía, había pájaros hasta en el techo. 
Colchones que volaban, sueños estáticos en el suelo, jugando con la ropa que hacía de alfombra los días desnudos de ti y de mi. 



lunes, 2 de enero de 2012

(500) days with Summer

Esto es una historia de chico conoce a chica. Pero más vale que sepáis de entrada que no es una historia de amor...

— ¿Qué somos?
— No lo sé. ¿Qué más da? Soy muy feliz, ¿tú no eres feliz?
Por un lado quiero olvidarla pero por otro sé que es la única persona en todo el universo que podría hacerme feliz

 Amo a Summer. Me encanta su sonrisa, su pelo, sus rodillas. Me encanta el lunar con forma de corazón que tiene en la piel. La forma en la que a veces se moja los labios antes de hablar. Y el sonido de su risa. Me encanta mirarla cuando está dormida. Me encanta escuchar esa canción cada vez que pienso en ella y cómo consigue que me sienta. Hace que todo sea posible, no sé... como si mereciese la pena vivir, tío
(...)
Odio a Summer. Odio sus dientes torcidos, odio su corte de pelo de los 60, odio sus rodillas huesudas, odio su mancha con... forma de cucaracha en la piel. La forma en la que se chupa los labios antes de hablar. Y odio el sonido de su risa. ¡Odio esa canción!


Tom finalmente aprendió que no existen los milagros. No existe tal cosa llamada destino. Nada está destinado a ser. Él lo sabía. Estaba seguro de ello ahora.
-Mi nombre es Tom.
 -Encantada de conocerte, yo soy Autumn.
Y tras el tormentoso verano, llego el porfin el otoño.

lunes, 26 de diciembre de 2011

si piensas que te vas a arrepentir cuando te levantes, simplemente acuestate más tarde


Quiero hundirme dentro del vodka de frambuesa,
 Respirar dentro, morir dentro,
 Su sabor amargo me recuerda a ti.
 Hoy es el primer lunes de una sucesión de tanto otros,
 Y pienso en ti y en el vodka de frambuesa como mi objetivo perdido de este año.
 Me gano en la lucha el 2011
 Y esa manía de enredarme en tu pelo
 de besarte en la nariz
 La nariz más bonita que he visto.
 Atrapar los cigarros con los labios y no dejarlos escapar, 
 Acompañar las tarde con películas de fondo,
 Encontrar hogares donde no hay más que calles y coches
 Decirnos ven cuando ya estamos cerca,
 Muy cerca, Es peligroso.
 Quiero que me sobes hasta gastarme,
 Que me pellizques,
 Que me mates.
 Quiero que me busques y que no me encuentres.
 Dime ven para decirte que no puedo dejarlo todo
 Dime que me quieres para no saber qué contestarte.
 Se mucho de la vida y poco de ti
 Y eso me jode más que el estar borracha y no poder llamarte.
 Sé que me dices que tengo un problema con la vida,
 Pero sin ti ese problema desaparece
 El aburrimiento me hace aborrecer esta navidad sin espíritu.
 La decisión que he tomado me está hundiendo y
 Dentro de poco 
Vas a tener que buscarme por debajo de la calle que lleva a tu casa
Porque ni con estas
Conseguiré alejarme de ti,
 Nunca.
 Me quedo con el sabor amargo del vodka de frambuesa
 y con mi recuerdo favorito a salvo de huellas dactilares que no sean
simplemente
las de tus manos en mi piel.

martes, 20 de diciembre de 2011

Reflexión de dos horas sobre la vida en general y sobre ti en particular (parte III)










Ya es casi navidad y veo las luces encenderse en las calles y no quiero pensar en ti pero lo hago, porque sé que no te gusta regalar y no espero que vuelvas a casa por navidad. Sigo sin saber nada de ti y el invierno como se me ha caído un poco encima.
El tono triste de esta carta es porque es una despedida porque estoy harta de perder dos horas de mi vida reflexionando sobre ti, porque como que la vida en general ha perdido sentido. Si que veo tu pelo resbalar por tu frente y tu sonrisa en cada esquina de este apartamento, si te pudiera borrar lo haría, pero no puedo y yo creo que sí que vuelvo a casa por navidad, te dejo el alquiler a ti, no lo voy a pagar más, ya no tiene sentido mantenerte vivo cuando has decidido abandonar.
Siempre has sido asi de inseguro y esta parece ser la definitiva, ahora me toca tomar la decisión a mí, sacar mi orgullo a hacer el tonto por los bares, a jugar al billar enseñando escote y a beberme los Martini sin aceitunas con el meñique apuntando a los neones gastados. Voy a celebrar mi vuelta al mundo, girls just wanna have fun, o algo así me han enseñado.
No soy nada fuerte y eso tú lo sabes y he mentido, si que he sabido de ti, esos últimos mensajes de buenas noches que me has dejado me han sabido a vacio y ya no se me corre el rímel cada vez que me imagino muriendo en hawaii sin ti.
Me he vuelto loca al pensar con quien estarás ahora, quien aguantara tu mala educación y tu manía de apropiarte de las camas y los espejos, tu caricias y tu obsesión por las tetas. No sé quién soportará ahora que antepongas el mundo a ella o que juguetees a ser el más duro. Quien se molestará esta vez en conocer cuál es tu helado favorito ya no es mi pesadilla por las noches. Pero eso no significa que hayas dejado de importarme, ni que todas esas cosas me hayan dejado de gustar sino que simplemente me he cansado y es hora de que huya un poco de ti y deje de buscarte. Puede que este sea mi juego del escondite y si que me da miedo que ni tan siquiera te molestes en buscarme.
Yo no se que hacer ya, si no es por mi ¿Por qué es? ¿por ellas? Yo soy yo, porque si, por eso me quieres y no habrá otras como yo, las habrá mejores y peores, pero no me busque es otros labios porque mis locuras son mías y yo me quedo con ellas.
Te cansaste de cuidarme y lo entiendo, ahora yo me canso de jugar contigo y entiéndeme, son muchos años ya. Lo siento de verdad, por no poder ser una buena amiga ahora, pero es que nunca fui tu amiga, fui eso abstracto con el sabor dulce de los imposibles, fui la que te devolvía las ganas en besos, la que esperaba a que simplemente le dijeras ven para dejarlo todo.
No me creo que esté haciendo esto, te dejo las llaves debajo del felpudo, se que vas a volver pero no por navidad, que vendrás antes o después, no me concretaste el día, pero yo no estaré aquí, me voy a donde siempre y después a donde me depare el mundo.
Te querré siempre y cuando no me enseñen a olvidarte.


lunes, 21 de noviembre de 2011

Todo lo que nos dijismo cuando prometimos no prometer nada (Parte II)

La Graciosa, enero de 2010 (nuestro pequeño rincón del mundo)

Fue cuando me empezaron a doler los huesos cuando me preocupe, llevaba días pensando que la situación se me estaba escapando de las manos que, por cierto, en ese momento también me dolían, me dolía todo. Empecé a fumar de nuevo, lo había dejado cuando empecé a estudiar medicina ya que me parecía hipócrita defender la salud con un cigarro en la boca y eso que ella fumaba, y tanto que fumaba y siempre se las arreglaba para poner una excusa para no dejarlo hasta el día que me dijo “Daniel, me gusta fumar, el olor y el sabor, me gusta desde el primer cigarro”, le gustaba repetir mi nombre hasta la saciedad. Me he dado cuenta de que hablo de ella en pasado lo cual me preocupa aun más que el dolor de hueso del que antes hablaba. Lo primero que pensé fue que estaría enfermo, no lo estoy, estaba cansado o más bien frustrado. Mi vida era como un molde de galletas, estaba delimitado para ser de una forma que no podía cambiar, tenía que ser perfecto. Un puto molde de galleras, eso me lo dijo ella el día que le dije que quería estudiar medicina y se me olvido entonces que siempre tenía razón. Sin querer le eche la culpa a ella del dolor, porque era ella la me había hecho replantearme mi error mil veces, la que me decía que para ser feliz había que ser de vez en cuando un chico malo. Me dijo en su momento que yo tenía que ser una estrella y no un diamante. Ella, ella, ella y yo mite el billete de avión ¿A dónde? A ninguna parte, porque en verdad yo se que me quede con ella.
Su felicidad me abrumaba porque yo no era feliz en aquel piso de Madrid, que jodida es la realidad a veces. Ahora me enfrento a que puede que mi felicidad fuera ella y que ahora solo soy un molde de galleras vacio y con dolor de huesos. Miro la foto de nuestro pequeño rincón del mundo y creo que voy a llamarla.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Todo lo que nos dijismo cuando prometimos no prometer nada





Ella dormía con la boca entre abierta, abrazando la almohada y susurrando palabras por la noche. Por las mañanas nunca daba los buenos días y bostezaba sin ponerse la mano en la boca. El pelo se le pegaba por el lado derecho de la cara y la otra se convertía en la mata de pelo asesina de la que tanto me reía. No bebía café per esnifaba su olor en cantidades industriales, yo prefería no hacerlo pero era la única manera de hacerla sonreír por las mañanas. Yo la quiero, quiero que sea bajita y que me mire desde abajo con sus enormes ojos marrones, quiero poderla levantar con tan solo hacerle cosquillas en aquel lugar que descubrimos en un apartamento demasiado pequeño como para tanta gente. Gente, gente que nunca nos entendió y ahora aquí, entre canales, todo parece fluir un poco mejor ¿no? Pero la gente sigue jodiendo igual y no porque ella no sea perfecta, si no porque siempre me creí menos que ella. Sé que ella siempre quiso volver aquí y que quería hacerlo conmigo, hacerlo mientras los barcos pasaban pegados a las casas y el mar no encontraba límites para arrasar con esta ciudad hundida. Ahora solo sé que me gustaría que estuviera aquí, cantándome esa canción de hombre g al oído mientras le suplico que pare porque no tengo ganas de que llueva esta noche.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Reflexión de dos horas sobre la vida en general y sobre ti en particular (parte III)








En el cajón de la derecha sigue tu taza de hakuna matata que no ha vuelto a salir de allí desde aquel domingo por la mañana. Lo mismo pasa con tus Chocapic… Me da miedo tirarlo todo y mandarlo a la mierda y eso que ya han pasado dos meses.
He adquirido la manía de extender el brazo por el lado izquierdo de la cama buscándote, esperando para oírte respirar fuerte por las noches, el otro día me descubrí dándole un manotazo a tu almohada y diciéndote “Daniel estás roncando”, ya no sé si es que me estoy volviendo loca o es que ya echo de menos has tus manías y defectos más absurdos. Echo de menos oír el futbol en la tele los fines de semana y verte con los auriculares puestos escuchando la radio mientras, que no te guste ver el telediario y que cada vez que lo pongo me hicieras competencia con the kiss desde la habitación. Quiero que vuelvas al lado izquierdo de la cama.
Ante todo ahora mismo quiero que me recuerdes el por qué esta casa, normalmente, no es tan fría en invierno y que no quieras encender el calefactor porque pienses que el frio es la manera que tiene el invierno de unir a las personas. Este invierno esta siendo el más frío de todos, que ironía ¿no te parece?
Se me olvidaba… Me metí en mi correo el lunes, desde que te fuiste no me había metido, no por nada en especial si no porque ya sabes que nunca me meto, y ya sé dónde estás, veo que sigues teniendo la manía de poner mi correo en vez del tuyo. Puede que fuera sin querer o queriendo, yo simplemente he empezado a desconocerte.
Daniel espero que si vuelves algún día te acuerdes de traerme un jersey a rayas que el mío ya sabes que se me perdió. Un beso desde España.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Reflexión de dos horas sobre la vida en general y sobre ti en particular (parte II)










Hoy ha llovido. Me he sentado con la manta junto a la ventana, se ha adelantado el invierno este año, supongo que eso te hará feliz Daniel, a mí solo me recuerda a ti.
Al abrir la manta me encontré con aquella mancha de café y te vi sentado a las tres de la mañana, tapado con los ojos muy abiertos y moviendo la pierna derecha (nunca te sentó bien el café) explicándole a mi mente adormecida el por qué de la fiebre. “Es un mecanismo de defensa del cuerpo” decías inmerso en tus apuntes cogidos rápido y mal. “Entonces ¿por qué hay gente que muere de fiebre?”, me miraste con la pupilas dilatadas y los pelos revueltos sobre la frente, sonreíste y me tiraste el cojín que nos regalo tu madre por nuestro tercer aniversario, fue entonces cuando cayó el café dejando aquella mancha imborrable en la esquina derecha de la manta. “Porque hay amores que matan” contestaste haciéndome cosquillas… Y tanto que matan.
Desde que te marchaste, bueno desde que te marchaste no, si no desde que me quedo claro que no ibas a volver no ha entrado más café en esta casa. Ya no huele a café por las mañanas porque me parecía inútil hacerlo solo para olerlo… Bueno podría hacerlo, darme el gusto de pasear por los recuerdos y después regalárselo a Eugenio, que últimamente parece que se ha instalado en las escaleras de nuestro portal, bueno de mi portal ( qué difícil es empezar a acostumbrarse ) y no tiene ninguna intención de irse pese a las múltiples quejas de los vecinos. Aun la del 5º derecho me mira mal por los pasillos al acordarse de aquella vez que me vio sentada junto a Eugenio hablando de la vida en general y sobre ti en particular pero es que cuando te fuiste me apetecía hablar con alguien imparcial que no me dijera la que yo quería escuchar. Que si, que la autocompasión es bueno los primeros días, eso de que preguntes “Que he hecho mal” y que te respondan “el problema es él no tu” y que casi te lo creas, pero sé que no, Daniel, se que tú no eres el problema sino la fiebre que intento curarlo.
Han pasado ya dos meses y aun hoy te puedo prometer que me hubiera pasado toda mi vida entre tu nariz y tu labio superior, pero el recuerdo es cada vez menos nítido, me quedan las fotos de nuestro viaje a Kenia, las del metro de Madrid (aquella nuestra gran mudanza), de nuestra conquista del nuevo mundo… estas últimas me hacen reflexionar y pensar que perdí mucho tiempo sacando fotos a los paisajes. Y pensar que ahora podría haber tenido fotos de cada una de tus pestañas, de tu sonrisa y de aquella arruga que se te forma en la frente cada vez que te enfadas.
Acaba de empezar a llover, hoy el día esta triste, puede que tu teoría de los iones negativos no funcione, será porque a lo mejor no estás aquí para hacerme pensar que pasar el día dentro de casa acampando entre el sofá y la cama puede ser el mejor plan para un domingo por la tarde.
Aquella canción que decía “que hago yo cuando el domingo es por la tarde y el campeón se hace cobarde y se pregunta donde esta” nunca había adquirido tanto significado. Yo me llevo preguntando donde estas desde que te fuiste Daniel, pero el domingo esa pregunta se convierte en obsesión, es mas creo que cogeré el paraguas de lunares y saldré a buscarte. A ti siempre te gusto la lluvia y hoy seguro que no te importara mojarte. Ahora solo me queda tener claras las palabras que te diré cuando te vea puede que con un “te echo de menos” baste o al menos antes bastaba.

Bueno, voy a buscarte, espero que no estes lejos aunque en este momento te sienta a miles de aviones de aqui.

jueves, 27 de octubre de 2011

Reflexión de dos horas sobre la vida en general y sobre ti en particular







Yo me hubiera pasado toda mi vida entre tú nariz y tú labio, Daniel, perdida en esa inconstante sensación de no comprender por qué se puede estar tan a gusto en un situación tan incómoda, como es el vivir casi a punto de robarte el beso que guardas en el labio inferior. Sé que te lo robe muchas veces, ahora no sé cuantas, ni puedo contarlas, sabes que lo mío nunca fueron los números y mucho menos las ecuaciones que equivalen a ese proceso, solo sé que fueron muchas.

Ahora que se que te has ido, bueno eso ya lo sabía desde que te marchaste por la puerta, pero ahora que se que no vas a volver… y eso lo sé porque miró la estantería media vacía, al menos la parte derecha donde compaginabas tus manuales de medicina con las poesía de ese tal Pablo que tanto te gustaba recitar por las noches (nunca pensé que echaría de menos ese momento), pues que veo la estantería vacía y que ya no suena Bob Marley por las mañanas y que el geranio del balcón se está marchitando y no puedo hacer nada para revivirlo… ahora que se que te has ido y sé que no vas a volver pienso que tengo un poco de miedo. Ahora que se que no vas a volver, Daniel, no puedo evitar pensar que tengo que abandonarte, no por amarte o dejar de hacerlo, sabes que eso no fue nunca cuestión de debate, si no porque me estoy perdiendo a mi misma de tan poco comer, de tan poco vivir o de tan poca vida, no sé.
Ahora que se que no tienes intención de volver, empiezo a preguntarme donde estarás y te imagino en otro mar o sin ningún mar que mirar. Te imagino en Sevilla, arropado bajo las sombras de las minifaldas que recorren la ciudad aunque este casi llegando el otoño. Quitándote el pelo de la frente mientras te muerde con el colmillo derecho el labio inferior mientras te preguntas que podrás hacer ahora que ya has llegado. Te preguntarás porque te imagino allí, pero es que se que siempre quisiste ir y me gusta pensar que si ya no estás conmigo por lo menos serás feliz en otro lugar, que tienes una buena razón.

Sí que es duro, sí, pero no te diré que te echo de menos para evitar que puedas mirarme como me miras cuando me hablas de no sé qué rollo de los átomos o de que no se qué rollo de las hormonas. Sí, de esa manera, como si no tuvieras ya nada que desentrañar de mi, como sí ya me conocieras, no quiero que me mires como si estuviera vacía y dejar de sentir que te brillan los ojos al despertarte todas las mañanas. Eso será solo si vuelves.
Yo me hubiera pasado toda mi vida entre tu nariz y tu labio superior, Daniel, pero no me dejaste ni tan siquiera demostrártelo.
Te quiero.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te deseo Cristina, cumpleaños feliz BIEEEEEEEEEEENNN



Llamarte desde un locutorio nunca fue mi plan perfecto, este tampoco lo es...



Aun me acuerdo del día del que entro en mi vida y decidió quedarse indefinidamente para intentar hacerla un poco mejor día tras día, porque verán ella es libra por lo cual aseguró convertirse en mi balanza para desequilibrar las locuras y equilibrar los malos momentos. Nunca podré olvidar ese día ni los muchos que los siguieron, sus risos se convirtieron en un bucle infinito que nos llevaba siempre a imaginarnos un futuro que creíamos posible pero que se convirtió en imposible llevándosela a cinco horas de diferencia de aquí.




MARINA


Hace ya ahora veinte años creo recordar en un pueblo de Galicia apareció tras una curva bastante pronunciada un coche rojo. Dentro de ese coche rojo había tres personas: mamá, papá y Marina. Tendría ella entonces once años recién cumplidos, su piel era blanca, casi tranparente y sobre su frente descansaban unos risos morenos llegando casi a tapar sus ojos, de un marrón intenso. Miraba el mar con la boca abierta y sonreía con la inocencia que les faltaba a los otros dos adultos que ocupaban los dos asientos delanteros del coche y que apenas se habían dado cuenta de que el mar no se distinguía del cielo, de que las gaviotas sobrevolaban la costa, de que las olas les daban la bienvenida y de aquel velero que zarpaba mar adentro.
- Mira mamá el barco se llama como yo.
- Cariño ahora no puedo mirar- dijo la madre sumergida entre miles de mapas y caminos y folletos y facturas e ilusiones todas puestas en encontrar aquel pueblo.
Llegaron a eso de las dos de la tarde, comieron en una cafetería del barrio y cuando por fin llegaron a la casa ya serían las cinco de la tarde y el camión de mudanzas estaba frente a la puerta con las miles de cajas que quedaban por descargar.
Cuando la noche llego al pueblo más o menos y ya habían logrado que la casa fuera habitable decidieron ir a dar un paseo por la playa y cenar en el único restaurante, aquel que ofrecía la el mejor marico de toda Galicia y por el cual pasaban miles de turistas en verano y nadie en invierno, tuvieron suerte, era doce de octubre y el restaurante presentaba un ambiente un tanto desolado.
Se sentaron en una con vistas a la playa y la dueña se les acerco para al fin preguntarles que deseaban de comer. Fue preguntando uno por uno, y cuando llego a Marina la sonrisa se le borro de la cara, apunto con rapidez los pedidos y volvió rápido a la cocina con la cara blanca y farfullando “dios mío” tan bajito que tan solo ella podía oírse.
- Hoy ha sido un día muy raro- dijo la madre y tenía razón, aquella escena se había repetido aquel día siempre que alguien fijaba su mirada en la niña.
- Vamos a no darle importancia, mañana será otro día- dijo el padre.
Marina miraba por la ventana y vio aparecer otra vez aquel velero que llevaba su nombre, lo siguió con la mirada, giró la cabeza y dijo bien alto.
- Mamá mira otra vez el velero con mi nombre.
- Allí no hay nada, cariño.
Las olas rompían en la playa y donde antes estaba el velero no quedaba más que el reflejo de un cielo oscuro y sin luna.
- Mamá puedo ir a jugar a la playa mientras.
- Claro, pero no tardes en volver, no te pierdas mucho te estaremos vigilando desde aqui- pero no lo hicieron.
***



Los primeros pasos que dio sobre la arena le parecieron inolvidables, era la primera vez que notaba ese tacto áspero bajo sus pies. La noche estaba un tanto oscura pero no importaba, ella quería jugar, hacer castillos y creerse la princesa de su propio cuento, pero sobre todo quería recoger conchas.
Le había dicho que las conchas guardaban el susurro del mar, sus más profundos secretos y miedo, que en las conchas vivían las sirenas y los sueños de los navegantes que se habían adentrado en ellos. Ella quería una concha fuera como fuese y fue entonces cuando vio las rocas del acantilado y lo puntos blancos que brillaban en ella.
- Allí encontraré mis tesoro- dijo poniendo voz de pirata, riendo y echándose a correr.
***


La cena llego a la mesa antes de lo previsto y fue entonces cuando la madre miró a la playa para avisar a Marina de que ya era hora de volver. Marina no estaba en la playa.
- ¿y la niña?
- ¿no la vigilabas tú?
Entonces se levantaron los dos de la mesa y se miraron fijamente a los ojos, la niña no estaba y era culpa de ellos, la niña no estaba…
- ¿Qué pasa?- pregunto la dueña del restaurante.
No dio tiempo de responder, bajaron directamente a la playa en busca de Marina.
- Hoy es doce de octubre y noche sin luna, la marea está subiendo y su hija… eso no importa, pero una vez la encuentren llévensela lejos de aquí- dijo la señora, pero no la escucharon.



Continuará...

viernes, 7 de octubre de 2011

It is a wild world, es hora de reinventarse en positivo


Hoy me propusieron que hiciera un trabajo y era describirme a mi misma en una página en blanco. Comenzaron entonces las clásicas dudas de si a lo mejor no cabía todo en una sola página, eso lo dijeron los que creen conocerse mucho, y otros, los que fingen no conocerse nada empezaron a hacer bromas a ver si así conseguían seguir mintiéndose un poco más a ellos mismo. A mí no se me ocurrió ni una sola palabra, me vi frente al papel, con el boli big azul en la mano presionándome y la hoja mirándome con sus miles de cuadros blancos, esperándome. No puedo definirme ahora, no puedo, me he perdido entre Madrid y Boston un poco, estoy como reinventándome y cuesta, da dolor de cabeza. Las presiones, el “tú antes no eras así” claro que no, claro que no, por supuesto que no, yo no era así antes porque antes no me habían jodido tanto, porque antes yo podía mirar mis sueños e imaginarme en ellos y ahora no tengo sueños en los que imaginarme porque no tengo dinero y los sueños son muy caros, cuesta empezar a conformarse. Bueno pues cojo el boli que me pesa en la mano, la mano que me tiembla y escribo “a mi me suelen describir como una persona madura y que tiene las cosas claras” así se me describe por una parte de Madrid, por la mari tere, teresuchi. Por otro lado pienso en Andrea y en cómo me describiría ella por su parte de Madrid y recuerdo las veces que me ha llamado linda en la última semana y lo escribiría en el papel pero me da vergüenza por si lo leen en el alto. Mi niñita de Boston ya se yo como me describiría “cabezota y caprichosa” y si que puse lo primero y no lo último ya que no lo pienso así. ¿Qué hago?¿Describir mi yo pasado o el qué se está formando? Echar de menos es complicado y aun más si no solo se echa en falta una risa si no tres, y cuando empiezas a olvidar como suenan o como te hacían sentir es cuando algo se resquebraja un poco y piensas que ya es hora de marcharte a ver un poco de mundo y dar un paseo por la gran vía o fumarse un cigarro en el muelle del campus. Y ojala pudiera contárselo mientras ellas se toman un café y yo una coca-cola, porque el café no me gusta. Ahora solo sé que tengo hambre, sueño y ganas de ellas.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Lo inexplicable significa que no se puede explicar, no es tan complicado

Vivir, estar o no estar… neuronas que se rompen en dos, irreparables, fusión de ideas o de ideales que se dejan ver como son y son del todo extraños que se reencuentran en algún lugar del mundo. Sinsentidos, transformación de sueños fragmentados muy pequeños, muy, muy pequeños, tampoco se pueden arreglar, y rasgan todo lo demás. Cristales, que no se ven, esparcidos por el suelo y pies descalzos. Demasiado joven para caer o para estabilizar. Que pare, solo pido que pare. Still too young to fail, to scared, to sail away but one of these days Ill grow old.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Cristina dice que quiere ir a Nueva York y ver el cielo desde el Empire State

Ella dice que quiere hacerlo, que quiere verlo todo desde el piso 100 e imaginar que vuela, pero no se da cuenta de que hay muchos que vivimos pegados al suelo y que nos cuesta despegar. Cristina no quiere entenderlo y yo tampoco quiero, yo lo que quiero es que se quede en el banco de aquella avenida secreta, que oigamos la canción “seaside” y nos dejemos la garganta, quiero que me expliques otra vez la diferencia que hay entre los pequeños barquitos que nos dan vueltas. Quiero pasar tiempo tan solo viendo como se pinta mal las uñas y reirme de ella cuando termina y las mira como si fueran una obra maestra. Quiero ir a su casa y ver programas de música por horas sin darnos cuenta del tiempo, quiero ir a la cocina para que no me deje ayudarla en nada, ella sabe que yo no se ni hacer roscas en el microondas. Quiero enfadarme con ella y que me llame cabezota y decirle que es que tengo razón. Quiero que fume con una traba del pelo, que me diga que su color favorito es el de la gasolina y que qué el mío sea el aqua marina no tiene nada de especial, que tan solo es una mezcla de verde y azul. Quiero que se me adelante y me robe el libro de casa de muñecas y que me pongan mil negativos, que nos saltemos la primera hora para ir a comer churros, quiero deberle más dinero, quiero que toda su ropa se quede en mi armario. Quiero comprar licor de banana y mezclarlo con la fanta de fresa que solo le gusta a ella. Quiero ver la cara de asco que pone cuando huele algo que tiene piña y que me diga que no se comer, quiero que me haga señas raras con la cara para que me limpie alguna mancha que tengo en el moflete. Quiero pasar frío por las mañanas esperando en la puerta del portal a que baje después de haberse pasado por los menos 10 minutos lavándose los dientes. Y ella sueña con ir a nueva york y yo no quiero que vaya porque soy una egoísta, me da igual lo que puedas ver allí, para que quieres Broadway si yo siempre escucharé como cantas la canción de los miserables, para que quieres ver la estatua de la libertad si podemos seguir viendo el Poseidón de la avenida cuando está llena de niebla… Después de nueva york es Boston y después quien sabe, si navidad, que le den a la navidad, no quiero que se vaya. Boston no tiene nada y me la roba y no quiero que se vaya… Cristina sueña con ir a Nueva York en una semana y un día.

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